Los políticos de alto nivel construyen su imagen grácias a asesores y profesionales que enfatizan los aspectos personales positivos del líder para construir un buen relato de él. Eso, si las cosas van bien, todos recordamos el antirelato que tiene Jose María Aznar y su juego de peinetas, su talante ultraagresivo y su actitud de desprecio hacia el mundo.
Pero más allá de estas construcciones públicas hay actitudes privadas, inconscientes y casi siempre invisibles que muestran aspectos de los políticos. Son personas y como tales están tan plagadas de defectos como este que les escribe.
Hay políticos que se sienten por encima de las personas a las que representan o con las que interactúan por el mero hecho de llevar un traje, ir en coche oficial u ostentar un cargo. He conocido políticos que dan la mano blanda y con la mirada de asco a quien se la dirigen, otros que te miran francamente a los ojos y te agarran la mano con firmeza, otros que lo hacen de forma más amistosa pero falsa y otros que te saludan en la medida de la verdadera relación que tienes con ellos. Todo depende del carácter pero también del sentido igualitario que tienen.
Estos gestos no se aprecian del todo delante de una cámara (o no siempre) y son gestos invisibles que sólo desde la proximidad inmediata y casual se pueden apreciar.
A veces no ocurre así y un gesto intuitivo, mecánico e inconsciente puede ser capturado como por ejemplo el gesto del expresidente Bush en la visita a los afectados por el terremoto en Haiti.
Este gesto deja claro que Bush no es capaz de soportar la sensación de suciedad que le produce darle la mano a un haitiano superviviente del terremoto.
La historia de un bolso y un asiento en el vehículo
Otros gestos invisibles sirven para identificar si el político tiene un trato igualitario o no, si realmente se cree esa imagen que intenta proyectar. Trataré de dos casos de gestos que sólo se ven por muy pocos y que no se hacen de cara a la galería. Ambos de dos políticos del mismo nivel, con coche oficial, de esos que mandan bastante.
El primero, cada vez que llega a un acto oficial “enchufa” su maletín/bolso/abrigo/loquesea al politiquillo de segundo nivel que tiene más próximo. Un representante público, también con honorabilidad en el cargo, pero de menor nivel, es utilizado como perchero de ese político. Eso sólo lo ve el político que lo hace y el que lo sufre, y los que sabemos de que va la película y nos percatamos. Ante los ciudadanos ni se nota, ante otros “grandes jefes” tampoco, no lo saben. Es un gesto que sale gratis ya que el micropolítico no va a rechazarle el ejercer de perchero, ni lo va a criticar, y es un gesto que muestra un talante muy poco igualitario.
El segundo ejemplo es el de otro político, del mismo nivel que el anterior, que en un par de ocasiones le he visto subir a un coche oficial y en lugar de sentarse en el asiento de atrás lo hace en el del acompañante. No le veía nadie, más que el chófer, él mismo y los pocos que al verle subir sabemos que es quien és. Es un gesto también gratuito, excepto el chófer, nadie lo va a saber valorar, lo va a saber ver. Es algo que además es contraintuitivo. Cuando cogemos un taxi no subimos si vamos uno o dos en el asiento del acompañante sinó en el de atrás.
Es un gesto que muestra un trato igualitario, gratuito, sin beneficio personal ni electoral y que queda en un ámbito muy restringido.
Del primero no pregunto porque es la norma general, pero puesto que significa merecerle reconocimiento, nos ilustrarias diciendo quien es el segundo político?
No puede ser de muy alto nivel porque las fuerzas de seguridad se enfadarían (el asiento de acompañante se ve, los de atrás no). Así que no es ninguno de los que lleva la policia de escorta.
Pistas??
Marc, no sé a quién se refiere aquí el compañero, pero a mí me consta el caso de algún concejal del Ayuntamiento de Barcelona. No te diré el nombre, porque no le gustaría.
No voy a dar ningún nombre, esos dos gestos los hacen en un ámbito que ellos pretenden que sea privado y no seré yo el “listo” que los desvele. Lo importante no es el pecador sinó el pecado y lo que ello revela.
Bueno, nos quedamos sin Hall Of F(l)ame :)
En cualquier caso una entrada muy interesante, de esas que hay que poner en el Manual del Buen Político (ese que deberían darles cuando juran cargos y esas cosas).
:)