Hoy en Nada es Gratis han publicado un artículo con dos partes. En la primera analizan que la caída de salarios ha sido real pero que esta es muy pequeña (del orden del 2%). De ahí que alerten que los salarios no han bajado al ritmo de permitir un ajuste adecuado para evitar la destrucción de empleo.
Sin entrar (ellos tampoco entran) cuanta reducción salarial se supone que es necesaria para iniciar la recuperación, el análisis que hacen tiene serios problemas de sesgo de la muestra.
En esta primera parte se centran en trabajadores que no hayan perdido su trabajo y cuyas condiciones se hayan mantenido en las mismas condiciones. Según su análisis llegan a la conclusión que desde 2010 estos trabajadores han moderado sus condiciones salariales y han perdido unos pocos puntos porcentuales, al parecer insuficientes.
La conclusión que achacan es que hay miedo a tocar el sueldo nominal del convenio. Sin quitarle la razón (efecto Bread&Roses en las disputas laborales) de que hay reticencias a tocar “el nominal”, el análisis carece de algunos problemas.
- Al descartar los trabajadores que no han tenido ningún período de desempleo en los últimos dos años descartan todos los trabajadores afectados por ERE temporales que siguen trabajando en la misma empresa, pero que pasan períodos (semanas, meses, días sueltos o incluso horas) en el desempleo. Y no son una cifra desdeñable, estamos hablando de millones de trabajadores en toda España.
- Al centrarse en los trabajadores que no han sufrido desempleo en los últimos 2 años es más probable que sean trabajadores de empresas de tamaño medio o superior, o de empresas donde la crisis y los ajustes han sido menos necesarios. Seguro que en la muestra habrá trabajadores de empresas donde han hecho ajustes por plantilla pero han tenido la suerte de quedarse, pero hay un sesgo de selección que hará que los trabajadores que han estudiado sean de empresas donde “no van tan mal las cosas”.
Eso lleva a cuestionar algunas conclusiones. Estudios más transversales que no aplican ese sesgo dan datos de caída de los salarios del orden del 12%, una cifra que es algo más respetable y alta que el estudio de FEDEA, el artículo del gabinete técnico de UGT Confederal no sólo utiliza la encuesta de salarios, sino diversos datos cruzados con lo cuál es algo más robusto. Pero no sólo eso, estudios cualitativos centrados precisamente en los trabajadores que el estudio de FEDEA descarta dan datos aún más demoledores, del 23,4%.
Otra de las conclusiones, la mayor parte de los trabajadores en los que FEDEA centra su estudio no están bajo convenio sectorial o si lo están el convenio sectorial no modera su salario. Son trabajadores o bien de empresas medianas grandes con convenio propio y que les va más o menos bien, o bien son trabajadores de empresas sin convenio propio pero que al irles bien y ser competitivas los sueldos no están moderados por el convenio (tienen salarios por encima de este). Por tanto sus conclusiones no son aplicables a la negociación colectiva.
El problema del análisis de FEDEA es que descarta cierta realidad para intentar construir un modelo homogéneo, algo que a priori parece correcto, pero lo que hace es producir un corte y un sesgo en la realidad brutal que les lleva a hacer afirmaciones que no corresponden con otros análisis.
La realidad del mercado laboral seguramente está más cerca de la caída real de salarios del 12% en el conjunto de todos los trabajadores (insiders y outsiders) que en el 2% que más o menos deja caer FEDEA. Sí que es cierto que hay cierta realidad, la de trabajadores fijos de empresas que no notan la crisis, que su poder adquisitivo se está manteniendo, pero esa realidad, cada vez es más pequeña, y no corresponde tan siquiera a la media de los trabajadores de empresas áltamente sindicalizadas. FEDEA ha sabido explicarla, ahora bien, una cuestión, ¿es malo que las empresas que no les va tan mal, no entran en fases de regulación de empleo, pueden mantener un cierto poder adquisitivo entre su plantilla?. Alguien tendrá que consumir para mantener la actividad.
Sobre la segunda parte del análisis del artículo pocas objecciones puedo hacer y hasta podría compartir algunas de sus conclusiones.
Una última aclaración: El artículo de FEDEA indica que la AENC 2012-2014 fue acordada gracias a la reforma laboral, algo que es falso. La AENC se firma ANTES de la reforma laboral, y de hecho quien la inspira es la AIC catalana firmada en noviembre del 2011 y el cambio de dirección en la CEOE que permite iniciar acuerdos que antes estaban bloqueados.
mi simple percepción, parcial, incompleta, sin ningún rigor, también me dice que la caída ha sido fuerte. en mi gremio (funcionarios), más del 15% + reducciones de plantilla