Un mantra se repite desde muchas columnas de diarios y medios de comunicación (no sólo de la extrema derecha, lamentablemente) y se propaga a opinadores, gente de la calle y termina calando en la red.

El 29 de septiembre vendrán los piquetes a acabar con el derecho al trabajo y a paralizar por la fuerza y la violencia la actividad económica. El fin del mundo anunciado por los Mayas para el 2012 comenzará el 29S provocado por las hordas judeo-marxistas de piquetes sindicales, que queriendo hacer resurgir los soviets de su tumba acabarán con las libertades y el estado de derecho. Los piquetes formados por tipos barbudos y ceñudos, armados muchos de ellos con martillos, llaves inglesas descomunales y brazos curtidos irán a las empresas y arrancarán a los pobres e indefensos trabajadores de sus puestos de trabajo y les obligarán a asistir a la manifestación, quemarán las empresas que estén abiertas y golpearán al empresario por intentar generar actividad económica.

Los sindicalistas como hordas de invasores que al grito de “mataremos a vuestras mujeres y violaremos a vuestro ganado… ¿o era al revés?” se lanzarán por las calles en piquetes sembrando el terror. ¡Esconded a los niños, proteged a los ancianos, llamad a la guardia nacional y a los reservistas, acaparemos víveres para resistir el asedio!

Esa es la imagen que están intentando dibujar. De empresarios coaccionados y cerrando la empresa, de trabajadores asustados que levantan levemente la persiana de sus casas para ver si pueden salir por la calle, de malvados sindicalistas subvencionados que ese día salen del gimnasio (ya se sabe, ninguno de ellos trabaja ni ha trabajado en su vida… mantra que suelen repetir tipos que su mayor mérito es decir la barbaridad más salvaje para alagar a su pagador) para armarse con sus viejas armas proletarias a liarla.

Esta psicosis también la repiten algunos sin llevarla tan al extremo pero con un carácter claro de interés de clase. Pequeños empresarios que afirman que ellos saben de “muchos compañeros que están coaccionados pero ellos abrirán” a pesar de que no pueden dar nombres ni en privado y eso que se les ha ofrecido la posibilidad de hacerlo para denunciarlo incluso con el apoyo de los mismos sindicatos convocantes. Pequeños empresarios que serán los primeros en beneficiarse de la Reforma Laboral porqué si en algún lugar se va a notar con más fuerza la asimetría de poder entre empleador y empleado es en estas pequeñas empresas.

PIMEC ya ha lanzado un protocolo de actuación donde lo primero que informa es que aunque los piquetes informativos son legales estén alertas para poder denunciar cualquier actuación a las autoridades competentes. No tengo nada que alegar, cualquier acción violenta y coactiva es denunciable y yo seré el primero en hacerlo, lo único es que ayudar a criminalizar los piquetes cuando la misma PIMEC en su protocolo indica que los sindicatos convocantes se han comprometido a la actuación pacífica de estos es un indicativo de en que fase de psicosis se encuentran algunos.

Parece como si fuera la primera huelga general y seamos un país dominado por sindicatos anarcosindicalistas de perfil violento, no un país democrático con sindicatos de clase de carácter socialdemócrata y que llevemos ya una tradición de huelgas generales que se han sucedido con normalidad sin provocar grandes traumas a las vidas de las personas (más allá del parón de la actividad económica de ese día). Las incidencias de la última huelga general (2002) fueron mínimas, el número de detenidos ridículo para el número de delegados sindicales y trabajadores implicados y las acciones violentas algo menos que una anécdota en un contínuo de normalidad. Lo mismo es esperable este 2010 donde además los sindicatos convocantes están anunciando que la jornada será pacífica y los piquetes se limitarán a ser informativos.

Igualmente se alega que se haga coacción. Algo ridículo, habrá quien sienta presión en su empresa la mayoría secunda el paro, pero eso no deja de ser la misma coacción social que implica ser el único o de la minoría que hará huelga cuando en la empresa no se secunda el paro (¿pero como se te ocurre hacerlo? ¿estás loco?).

Por otro lado algunos empresarios siguen diciendo que se sienten amenazados (a pesar que no pueden presentar ninguna prueba y no hay ninguna denuncia en los juzgados). Una amenaza implícita o explícita es un delito punible y por tanto denunciable. Si alguien me amenaza con partirme la cara o dañar mi propiedad yo no dudo en ponerle una denuncia de tomo y lomo y no andarme con chiquitas, luego será más fácil o menos demostrarlas pero como mínimo el que me ha amenazado no se atreverá a ponerme la mano encima o dañar la propiedad porqué todos los puntos van en contra de él. En cambio hay otras amenazas que no son indenunciables y que forman parte del piquete antihuelga.

Por ejemplo saber que si haces huelga te juegas un ascenso (caso real, lo conozco y en privado podría dar el nombre de la empresa), o te juegas un despido porqué llevas poco tiempo, o “el encargado” ha dicho que quien no venga a trabajar el día de la huelga quedará todo apuntado, o te han dicho que la empresa va mal y claro… no vas a joderla ya sabes que seguramente habrá despidos dentro de poco y no te vas a poner en el disparador, que con un contrato temporal no te la quieres jugar, etc…  Ese tipo de coacción presente en las convocatorias de huelga de todo tipo, que de forma implícita o explícita realizan algunos (repito, ALGUNOS, a diferencia de los que intentan dibujar a los piquetes como hordas de malvados deboradores de humano, no quiero generalizar) empresarios y directivos, sobretodo en empresas de tamaño pequeño o grande, no es denunciado, no aparece en los medios, no es debatido en las tertulias, no se cuestiona por las patronales, no se hacen artículos. No existe… claro.

Porqué todos, todos conocemos el caso de empresarios a los que les han roto la luna del escaparate, trabajadores golpeados por sus compañeros por no querer hacer huelga y ninguno de nosotros no conoce a nadie que no se atreva a hacer huelga por la situación en su empresa… es evidente que la realidad es así, ¿o no?