De las declaraciones de Juncker de ayer con respecto a la creación de un salario mínimo europeo puede haber cierta confusión con respecto a lo que realmente se promueve desde ámbitos más analíticos en la propia Unión Europea. El European Trade Union Institute tiene propuestas para trabajar las políticas de salarios mínimos en los países de la unión.
El papel de conclusiones que propone se refiere a las políticas de coordinación de salarios mínimos, no en establecer un salario mínimo europeo como dijo Juncker.
En él queda claro que coordinar políticas de salario mínimo NO significa tener un salario mínimo a nivel europeo.
Accordingly, the proposal for a European minimum wage policy would essentially comprise laying down Europe-wide specific common objectives and criteria on the basis of which national minimum wage policy can be coordinated with one another. In so doing, the purpose cannot be to lay down a uniform level of minimum wage across Europe, given the continuing existence of widely-differing levels of economic development in Europe and the associated huge wage differentials. Instead, the aim must be to lay down a specific minimum norm in each country for the lowest wage groups representing a specific ratio of the national wage system. As a target figure, all European countries should set their sights on a national minimum wage norm of at least 60% of the average national wage. As a short-term interim target, all countries should introduce a minimum norm corresponding to 50% of the average national wage.
Para mí un SMI del 60% del salario medio creo que es excesivo y la evidencia empírica indica que ya está causando suficientes daños en el empleo como para que sus efectos positivos ya no lo justifiquen. Pero el objetivo más inmediato del 50% (hablamos en fases de precrisis) era una buena propuesta.
Como vemos, es posible establecer políticas de salario mínimo europeas sin tener que dispararnos a los pies con la propuesta de un salario mínimo europeo.