Esta madrugada, Obama se ha proclamado vencedor de las elecciones presidenciales de los EEUU. Con una victoria bastante holgada en votos electores (ha girado la tortilla en como mínimo en 8 estados (Florida, Nevada, Colorado, Nuevo Méjico, Iowa, Ohio y Virginia) en espera de los que tienen muchas probabilidades de caer en el lado demócrata pero que aún están en liza (Indiana y Carolina del Norte) y una victoria cómoda en votos populares (unos 55 millones, frente a 50 millones).
Esta noche casi 50 blogueros hemos debatido en Cover-it-live en diversos blogs y también por twitter y la gran pregunta es “¿Cambiará la política de los EEUU con Obama?”. Obama ha generado muchas espectativas y según su programa habrá unas pocas medidas sociales, se tomará algo en serio lo de Kyoto y su plan geoestratégico no será el de ir arrasando países, atacando a cada miembro del “eje del mal” uno por uno.
Supongo que en lo esencial no cambiará, pero es un mensaje global de que el tiempo de los líderes neoliberales ha pasado: no sólo sus tesis han quedado destrozadas en el parquet de Wall Street y en la economía global, sinó que también en el principal bastión del ultraliberalismo en el mundo. Ni los estadounidenses quieren ese “más de lo mismo” en política económica.
Es un mensaje que cala en el mundo y que espero que aunque sea de forma tibia, abra una nueva etapa en las relaciones políticas internacionales y permita afrontar los graves retos mundiales como el cumplimiento de los objetivos del milenio de la ONU, la lucha contra el calentamiento global y la superación de la crisis, con la superpotencia en manos de alguien que se los tomará más en serio.
Tal vez mañana Obama defraude a sus electores y a medio mundo, pero hoy tenemos que congratularnos del resultado.
Aquí abajo, el mapa de la panadera que le ha pegado Obama a McCain y el discurso de proclamación como ganador:
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