Si fuera un juego de rol, Carmen Andrés sería la sabia curandera. Su factor diferencial según las personas que respondieron la encuesta es el conocimiento de la ciudad y su capacidad de empatía. El “clérigo” típico de los juegos de rol, el druida, o el sanador, es el personaje que mejor le pegaría.

Si fuera un juego de rol, Laia Bonet sería la paladín. Su factor diferencial es la de tener valentía y empatía. Los paladines son personajes valientes pero a la vez con una gran empatía por los otros, al igual que los sanadores. Ese es el personaje de juego de rol que más le casaría.

Si fuera un juego de rol, Jaume Collboni sería el bardo. Su factor diferencial es el de tener mayor capacidad de llegar a acuerdos y liderazgo. El bardo suele ser el personaje que más carisma y liderazgo tiene y un mayor peso en las habilidades sociales. Es el personaje que más le casaría.

Si fuera un juego de rol, Jordi Martí sería el personaje del “erudito” o el mago. Su factor diferencial según las personas que respondieron la encuesta es el conocimiento de la ciudad y la valentía. El erudito que sale de su biblioteca y acompaña al grupo a la aventura es el personaje que mejor le casaría.

Si fuera un juego de rol, Rocío Martínez sería la guerrera. Su factor diferencial según las personas que respondieron la encuesta es la valentía y el liderazgo. El “guerrero” típico de los juegos de rol es valiente y además ejerce cierto liderazgo en el grupo ya que encabeza los combates. Es el personaje que más le casaría.