Quiero pedir disculpas para los que crean que mi lectura de las elecciones es algo provinciana, pero con la debacle del europeismo en toda la Unión, con los votos a opciones cada vez más nacionales y antieuropeas, o claramente fascistas, creo que hacer el análisis de Catalunya no es incorrecto.
Hay un elemento que sin ser el único es relevante en estas elecciones en Catalunya, el apoyo o no a la consulta soberanista. El llamado “procés català” es junto a la crisis económica y de confianza en las instituciones uno de los elementos que está marcando la agenda política.
Debido a la negativa del estado español a que se celebre la consulta del 9N, los partidos pro-consulta han puesto bastante énfasis en este tema en su programa electoral de las europeas, y la sorpresa de la jornada electoral, Podemos, también lo incluía en su agenda (de hecho Pablo Iglesias en declaraciones a radios catalanas ya ha declarado claramente su apoyo).
El resultado en las elecciones europeas en Catalunya, organizada según que partidos que han expresado su posicionamiento en el tema del dret a decidir y descartando los que tienen un resultado inferior al 1% (para no tener que revisar el programa de decenas de formaciones, y que no influyen en el resultado final) es la siguiente:
No me atrevo a incluir al PSC ni en el bando favorable, ni contrario a la consulta, ya que al menos en sus declaraciones públicas (y el programa electoral) el PSC se declara favorable a la consulta, aunque su defensa a la práctica es bastante cuestionable.
En Catalunya, por cada voto que se ha realizado a opciones contrarias a la consulta se han realizado 3,5 a opciones favorables. Puede parecer poco, que el 60% de los que han votado en las europeas sean favorables al dret a decidir pero si lo contestualizamos frente a un 16% que es contrario y un 14% que vota a una opción que en este tema es ambigua, el resultado es más que aclaparador.
Más claro es el resultado cuando se lo analiza comparando con las elecciones del 2009.
Ya sabemos que la indefinición del PSC y la gestión de su dirección política es más que nefasta (se ha zampado la mitad de los votos que consiguió el 2009), pero lo que resulta curioso es que aunque las fuerzas anticonsulta suben (aumentan un 18% el número de votos del 2009), el resultado para las fuerzas proconsulta ha sido espectacular, han doblado resultados.
En números absolutos el aumento de votos “soberanistas” vs. votos anticonsulta es espectacular, por cada voto que incrementan las fuerzas anticonsulta, las fuerzas favorables a la consulta crecen 12.
Está claro que las opciones expresadas por los votantes en las elecciones europeas son claramente favorables a la consulta, y el incremento de participación e incluso el trasvase de votos ha favorecido las opciones pro-consulta.
Los datos resumidos son los siguientes:
- 3,5 votos a favor de la consulta por cada voto contrario.
- Los votos a favor de la consulta aumentan en un 104% frente al incremento del 17% de los contrarios.
- Por cada voto que han incrementado las opciones contrarias a la consulta, se han incrementado 12 las favorables a la consulta.
- Las opciones intermedias de defensa dudosa del derecho a decidir han perdido la mitad de sus votos.
- El 60% de los electores han optado por opciones pro-consulta frente al 16% contrario y el 14% de la opción ambigua.