Un fenómeno que se produce en las organizaciones políticas es la aparición de sagas familiares. Y no hablo solo de los grandes nombres conocidos como los Kennedy, en cualquier rincón y a casi cualquier nivel de un partido podemos ver como familias más o menos nucleares o más o menos extensas controlan amplias cuotas de poder.
Un análisis simplista podría llevarnos a hacernos creer que pertenecer a una saga familiar donde hay personas interesadas en política le hace a uno más sabio y avezado a la práctica política, pero al analizar los individuos que forman estas sagas familiares no se detecta que sean más competentes, hábiles, o con mayor capacidad que los que no pertenecen a sagas familiares. Es decir, hay explicaciones de carácter sociológico detrás de todo ello que intentaré desgranar.
– Tasas de supervivencia temprana de los miembros de sagas familiares. La actividad en una organización política o en sus juventudes es un ejercicio de inmersión en una microcultura y en unas reglas de “clan” que fácilmente llevan a marcharse en los primeros años en los que se entra a militar en una organización política. Uno entra en un partido con una cierta idea de lo que es, pero acaba encontrándose con un montón de actividad que le cuesta entender, con unos rituales internos que ha de integrar, con un nivel de tiempo destinado a actividades que solo se entienden desde el punto de vista grupal. Este tipo de “shock” de entrada hace que un porcentaje no pequeño de nuevos militantes o abandonen la organización política o pasen a militar de una forma más letárgica. Eso no le ocurre a los miembros de una saga familiar, esos valores culturales ya les vienen integrados por los miembros de la saga familiar más veteranos que los han aprendido en el partido, de pequeños ya han participado de parte de esa cultura organizativa y cuando entran ya están sobreavisados de lo que se encontrarán, así sus tasas de supervivencia temprana son mayores.
– Capacidad de copar algunas microestructuras de poder. Una organización política a nivel local es fácil de ser controlada por un grupo pequeño. Tan solo necesita una cohesión interna muy alta, una gran lealtad entre los miembros y una alta motivación para poder dedicar horas y horas a ejercer ese trabajo. Factores que una saga familiar tiene en alto nivel: gran cohesión interna, lealtad alta entre los miembros, y una motivación que nace de la retroalimentación entre los miembros. Con ello una familia y su entorno personal pueden controlar más fácilmente que un grupo cohesionado por motivos únicamente ideológicos una organización local de un partido al cabo de un cierto tiempo. Si a esto le añadimos la capacidad de un partido político, aún a nivel local, de conseguir prebendas y beneficios más palpables (puestos en las listas, acceso a cargos de confianza, acceso al poder institucional), las sagas familiares reforzarán su motivación y su capacidad de copar esas microestructuras de poder.
– Mayor acceso a mecanismos informales para expresar opiniones. Aunque formalmente hay libertad para opinar en las organizaciones políticas, a la práctica el saber cuando y cómo hacerlo, el opinar sin exponerse, sin pisar callos, sin molestar a los que mandan, etc.. es una habilidad que requiere refinamiento. En bastantes casos está más valorado que las opiniones que se expresen estén llenas de lugares comunes, retórica aparente y se citen valores profundos, más que incluyan algún valor de crítica o de análisis en lo concreto; se espera, más bien, que la crítica y los análisis concretos que puedan cuestionar las decisiones de los que mandan sean expresadas de forma más discreta y cuidadosa. Esa posibilidad de canalizar opiniones y críticas por mecanismos informales, los miembros de las sagas familiares lo tienen más fácil, pueden aprovechar la red social de los otros miembros de la saga familiar, los contactos que esta ha creado, y así pueden aparentar por un lado ser personas de alta lealtad y que no realizan críticas innecesarias a los dirigentes políticos (gran parte de ellos también miembros de otras sagas familiares o incluso de la propia), pero por el otro lado poder demostrar sus ideas y que no son meros palmeros, en privado.
– Los miembros junior de las sagas familiares recorren un sendero balizado. La actividad política organizada está llena de numerosos callejones sin salida, pozos y laberintos; los miembros de una saga familiar entran en ese dédalo con un mapa. Algo que aparentemente puede parecer muy productivo en el fondo es un rincón para tener entretenidos a los que más energías tienen, los miembros de sagas familiares van preavisados. El saber con quien conviene relacionarte más o menos y de que manera, requiere cierto tiempo, a algunos esto ya se lo explica otro miembro senior. En una organización política hay puestos y actividades que aparentemente representan mucho (“portador de la copa real”) pero que en el fondo no tiene mucho valor, y por tanto son puestos o actividades que es mejor evitar, no veréis un miembro de una saga familiar optando a estos puestos, nunca. Incluso, en los mismos puestos y actividades, un miembro junior de una saga familiar, tiene acceso a un conocimiento vicario de los miembros seniors, de como aprovechar mucho mejor sus esfuerzos para sí mismo que alguien que no sea miembro de una saga familiar.
Dejo a un lado los motivos “buenistas” que explican que si “tu padre/madre/tío ha sido diputado/alcalde/regidor/primer secretario por el partido tal, esos valores de entrega hacia lo público y de lucha por un proyecto colectivo han impregnado tu infancia”. Esos motivos buenistas no explican el porqué en las organizaciones políticas suelen haber tantas sagas familiares y como estas copan tanto poder, no conozco una gran diferencia entre los valores de entrega hacia lo público entre miembros de sagas familiares que entre los que no lo son, y en el fondo lo que sí que es fácil de percibir es como las sagas familiares actúan como pequeñas élites extractivas en las organizaciones políticas.
El hecho es que las sagas familiares son intrínsecas a la política como lo son intrínsecas al acceso de otros ámbitos de poder, incluido el económico, y explica el porqué en occidente, excepto en los países escandinavos, el factor explicativo de mayor importancia para explicar los ingresos de una persona en edad adulta son los ingresos de sus progenitores. Mecanismos como la limitación de mandatos, evitar las puertas giratorias, los mecanismos de transparencia, los mecanismos que debilitan la capacidad de bloqueo de las estructuras intermedias en las organizaciones políticas y que empoderan a los militantes (como las primarias abiertas), son mecanismos que logran arrancar parte del poder a las sagas familiares. Por ello, no es raro que la introducción de estos mecanismos en las organizaciones políticas tienen entre sus principales opositores a estos miembros de sagas familiares.
Muy bueno.
No hace falta que sean familia. Los clanes se forman entre gente con intereses comunes aunque sean competidores incluso. Aplican la máxima “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. El problema está arraigado en la cultura de esta sociedad y no se da sólo en política. Por eso no hay una solución definitiva. Se puede paliar el problema con medidas de apertura, transparencia, y eliminando trabas a la participación. Pero es inevitable que se formen pandillas. Y no seria tan malo si se agruparan por ideologías para debatir y desarrollar soluciones, en vez de puro reparto de poder. Que es lo que se fomenta con los obsoletos sistemas organizativos de los partidos actuales.