Esta semana está siendo muy comentado el problema de las listas “fantasmas” del PSC y del PP en media Catalunya. Parece ser que el PSC y el PP no sólo han perdido la capacidad de hacer listas en gran parte del territorio catalán (el PSC, partido eminentemente municipalista, sufre especialmente este problema) sino que una parte de las que han realizado son “paracaidistas” o “fantasmas“.
La ley electoral española permite montar listas municipales con personas que no forman parte del censo activo de una localidad. Tenía cierta lógica por dos motivos:
– Flexibilidad para poder hacer las listas. No todos los ciudadanos que hacen política en un municipio son residentes. Una persona que tenga un negocio o trabaje en la localidad es “ciudadano” de esa localidad, puede estar interesado en la política de ese municipio y querer colaborar en la vida municipal. También puede ocurrir que alguien que ha comenzado su vida política en ese municipio pase a mudarse a otro pero siga vinculado en este. En mi caso durante 4 años fui conseller de distrito de Horta-Guinardó cuando vivía ya en Nou Barris. Simplemente no tenía pasta para comprarme un piso en Horta y sí en Ciudad Meridiana.
– Poder hacer listas donde hay personas amenazadas. Diseñado en especial para poder hacer listas en pueblos de Euskadi donde ETA y la kale borroka tenía amenazados a los potenciales candidatos del PSE y del PP y estos no se atrevían a poner sus nombres y exponerse ellos y sus familias. Con esto una persona del mismo partido pero de Barbate o Barcelona podría presentar, poner el nombre y hacer lo que dijeran los socialistas o populares de esa localidad sin tener que quedar expuestos estos últimos a las amenazas o el posible asesinato.
Pero es evidente que no siempre se ha utilizado este margen para su uso legítimo. Ni todas las listas paracaidistas o fantasmas se han hecho en Euskadi, ni todos los candidatos que viven a cientos de kilómetros del pueblo por el que se presentan tienen alguna vinculación con el municipio.
Las listas fantasmas del PSC y del PP son de personas que difícilmente ubican el municipio por el que se presentan en un mapa por un lado y donde a nadie se le persigue por ser del PSC o del PP (pretender que en Catalunya hay algo comparable a la kale borroka de los años 90 es de miserables morales).
En el caso del PSC y del PP parece que hay 200 listas (alrededor de un tercio de las que presentan) que son paracaidismo puro y duro. No pretenden ganar, pero sí sacar algunos regidores con la intención de poder tener mejor posicionamiento de cara a las diputaciones, consejos comarcales, etc…
Es triste, en especial para el PSC y el PP de Catalunya cuyos partidos hermanos de Euskadi son los que más han sufrido la persecución y saben que tal vez una ley hecha para protegerlos hasta hace tan poco tiempo no debería ser utilizada de forma tan espúrea.
Y es triste que el PSC, partido que es eminentemente municipalista, con un alto nivel de credibilidad en su trayectoria de acción política municipal, degrade el municipalismo de esta manera.
En todo caso, los electores no premian especialmente las listas de paracaidistas y fantasmas.
Y si no le gusta los fantasmas, llame (vote) a los cazafantasmas (a las listas reales de su municipio).
Hola José. Si bien es cierto que tengo contigo una distancia ideológica importante, y que en muchos casos tus postulados socialdemócratas no son para nada compartidos, no puedo negar (no te acostumbres ;)) mi acuerdo con este artículo. Y ya puestos, tampoco puedo dejar de preguntarme… Todavía militas en el PSC?
Un saludo camarada