Del Congreso del PSC salgo con un sabor agridulce. Por un lado se han conseguido importantes, avances. Por ejemplo, el límite estatutario a la acumulación de cargos, el límite de mandatos, o cuestiones de contenido como un tímido avance en la aceptación de la dación en pago o la abolición de la prostitución. También estoy contento con el método de elección del nuevo primer secretario, francamente más democrático y con un caráctere de organización más madura. La separación de la elección del candidato y luego el equipo permite que se puedan confrontar modelos de trabajo dentro del PSC sin que se provoquen cismas o haciendo equipos demasiado parcializados.

También estoy contento porqué el esfuerzo de una visión reformista del PSC consiguiera los más de 250 avales para que los delegados pudiéramos votar de forma secreta el informe de gestión.

Por otro lado, hay cuestiones del resultado que me gustan. Que el informe de gestión no fuera aprovado a la búlgara es algo positivo. Incluso con un congreso donde la vieja lógica de “control” ha intentado imponerse, que un tercio de los delegados no apoyáramos la gestión de la ejecutiva saliente es algo que indica que “algo hemos entendido del mensaje de los ciudadanos”. Ya sé que para quien no está muy versado en la vida interna de los partidos que lo apoyen 2/3 es un mensaje de gran apoyo, pero hay que recordar que los congresos han apoyado históricamente el informe de gestión por encima del 90%, que el apoyo baje al 64% es algo que nadie en el PSC deja de leer como un buen castañazo a la ejecutiva saliente.

Aún así hay unos cuantos peros a este congreso. Ya entiendo que la “real politik” ha permitido hacer reformas allí donde es posible, introducir mejoras allí donde la misma organización se deja, que con los mimbres que teníamos era el mejor cesto que podríamos construir. Ahora bien, no quiero dejar de señalar los errores y fallos que han habido en el nuevo equipo y que no puedo dejar de apuntar.

Pegas a la nueva ejecutiva

– Un equipo renovado en parte.. en otra parte no, a causa de algunos barones. No nos engañemos, Navarro ha salido elegido primer secretario porqué diversos “barones” territoriales le han apoyado y estos han querido cobrar su cuota de poder territorial. Ahora bien, un par de cuestiones. Una cosa es pedirle al candidato que “ponga gente de la tuya” y otra es imponer nombres. Algunas federaciones han dado más margen al primer secretario, y este ha podido poner un equipo “de trabajo” y otras han impuesto primeros espadas que poco se van a poder dedicar. Solo es cuestión de mirar la lista de miembros de la ejecutiva y hacer la lectura clara de que federaciones han sido generosas y cuales no.

– Una junta de alcaldes, pero no una ejecutiva. Como corolario de lo anterior tenemos este resultado, hay un gran peso de alcaldes y alcaldesas en la ejecutiva y con cargos de responsabilidad. Hemos hecho una junta de alcaldes y alcaldesas, no un equipo de trabajo. Siento ser tan crudo pero dudo que Bustos vaya a dedicarse a ayudar a hacer listas para las municipales en la Vall d’Aran, que Ballesteros vaya a hacer que el PSC sea puntero en política internacional y europea, o que Balmón pueda convinar sus responsabilidades como alcalde de Cornellà, miembro del consejo de administración de la ATM y primer secretario del PSC del Baix Llobregat con la alta responsabilidad de impulsar la acción política del PSC. Temo sobretodo, cuando nos aproximemos a las municipales de aquí 3 años y medio, cuando los alcaldes y alcaldesas se centren en su lucha particular por revalidar mayorías o para recuperarlas.

– Una ejecutiva con una composición no conforme a estatutos. Una de las innovaciones de este congreso es que hemos puesto un mecanismo obligatorio para que se cumpla la limitación de mandatos y la acumulación de cargos se evite, y que si hay excepciones se razonen en el Consell Nacional. Os dejo el articulado para que vosotros mismos podáis interpretar.

És criteri del PArtit que ningú no exerceixi la mateixa responsabilitat pública o orgànica durant més de tres mandats consecutius sencers sempre que sigui possible i la realitat territorial i de nombre militants ho permeti. Així mateix, és criteri del Partit evitar l’exercici simultani de més de dos carrecs institucionals o executis en el si del Partit, llevat en cas que la simultanietat sigui obligada per raons legals o estatutàries. Les excepcions a aquest criteri hauran de ser raonades i exposades per l’òrgan competent deavant el Consell Nacional.

Sin poner nombres ahora mismo hay miembros de la ejecutiva electa que su situación se enecuentra disconforme con los estatutos. Yo esperaré al proceso de congresos de federaciones y a la constitución del Consell Nacional para que se regule la situación, pero no mucho más. Sino utilizaré los mecanismos que tiene el PSC para hacer cumplir los estatutos como militante que soy.

– Una cosa es integrar la discrepancia y otra que las caras visibles de la alternativa terminen dentro. Esto no le puedo acusar al compañero Navarro, sino a Joan Ignasi Elena y a Àngel Ros. Una cosa es que el proyecto que ha sido mayoritario integre las minorías, otra es que los que han encabezado directamente la alternativa se intengren directamente en el equipo. Si podían integrarse, ¿porqué no han construido una candidatura conjunta los tres?, si no podían integrarse el Sábado, el Domingo tampoco. O las discrepancias sobre como construir el “Nou PSC” eran importantes y justificaban que el Sábado tuviéramos dos candidaturas a primer secretario o no lo eran y era simplemente una carrera por la silla de mando. Creo, francamente, que es un error de Joan Ignasi Elena haber entrado en la ejecutiva.

Conclusión un equipo algo cojo, pero con la potencialidad de poder comenzar a construir un “Nou PSC”

Como consecuencia de todas estas pegas, tenemos una ejecutiva que adolece de algunas carencias serias que me cuestionan si podremos dar la imagen de renovación que queremos transmitir a los ciudadanos. Es verdad que personas de alta valúa que estaban en el equipo anterior no están, y que no se trata de hacer un equipo de novatos, pero con algunos de los nombres que aún permanecen y con algunas de las personas protagonistas que han sido claves para sostener al anterior equipo que ahora están en la ejecutiva, ¿es creíble esta renovación?. Es más, y más importante, ¿dejarán que se hagan nuevas formas de hacer política y se prueben caminos que aún no han sido trillados?.

Ahora bien, en el equipo hay caras nuevas, algunas de mucho valor, y otras que repiten por segunda vez que también han dado muy buen do de pecho durante este mandato. De los excasos éxitos que hemos cosechado colectivamente, algunos los han impulsado personas que hoy siguen en la ejecutiva y han adquirdio mayores responsabilidades.

Tengo esperanzas en el nuevo equipo, pero está claro que el “Nou PSC” lo comenzamos a construir ahora, no es una realidad que es la actual. Al menos en este aspecto los militantes socialistas no deberíamos engañarnos.