Hace pocos días un no muy lúcido regidor del PP de Cardedeu inició una curiosa polémica. La colla trabucaire como cada año en las fiestas locales llena las calles de su recorrido de salvas ruidosas y llenas de humo. Pasaron por debajo de la casa del regidor y lanzaron su salva, al lado de su casa, y la de decenas de vecinos, puesto que una colla trabucaire de 15 tipos ocupa un buen tramo de calle. Avanzan al siguiente, y vuelven a disparar. Así hasta realizar todo su recorrido. No hay vecino que se libre de sus salvas.

Pero para el regidor del PP le parecía que esta actividad folklórica escondía una amenaza de fusilamiento. Para él y para toda la calle, supongo. Puedo entender que haya quien no conozca las actuaciones de los trabucaires crea que realmente le estaban amenazando, pero quien haya asistido a una sola actuación de trabucaires sabe que es una afirmación ridícula. Os recomiendo si no la conocéis que veáis este vídeo, en este pasacalles trabucaire por las calles de Gracia no se salva ni un vecino, todos amenazados de “fusilamiento”.

El objetivo de este tipo de denuncias y actuaciones desde algún sector del PP (y fuera del PP, al parecer en can PSC quieren buscar su segunda “senyora de Terrassa”), es intentar hacer creer que en “el procès” hay una violencia contenida pero que muchos unionistas viven en silencio. Intentar hacer creer que Catalunya se vive como en Euskadi durante los peores años del terrorismo vasco es el objetivo.

Burdo, pero efectivo. Intentar desenmarcar, al menos para una parte de la ciudadanía española, el marco del “procès” que está en el ámbito del movimiento político pacífico, hacia la radicalidad. Forma parte de esa construcción de opinión basada en un zeitgeist que intenta generar una imagen hegemónica favorable a quien la impulsa. En este caso la de promover que los indepes en el fondo son radicales violentos.

Igual que en su momento una parte de la derecha española y catalana decidió fomentar un zeitgeist antisindical, en este caso volvemos a una lucha de hegemonías culturales y la derecha españolista intentará generar este tipo de zeitgeist. Este, tan sólo, es uno de los primeros episodios. Para los que estamos en el movimiento sindical y hemos sufrido la creación de zeitgeist en nuestra conta sabemos que esto va para largo.